Y solo tus ojos me llevan a ese lugar.

Y solo tus ojos me llevan a ese lugar.
Yo no saldre ahi afuera, tú tendrás que entrar, dentro de mi.



domingo, 29 de junio de 2008



Entonces te paras en frente a tus oyentes
El auditorio siempre es inmenso, (o quizás es que uno se siente chico)
Los nervios juegan con vos, hasta el primer o segundo acorde,
Pero después, después sos vos, y volas perdido de horizonte,
Experimentas el vértigo, y finalmente te posas tras una maniobra de descenso
En la calidez de un aplauso.

1 comentario:

Rtistic* dijo...

Siempre tan talentoso y original.
Siempre tan expresivo.
Lucas, te quiero mucho, y me gustó mucho este post. Es lo que yo siento cuando actúo, no son nervios ni pánico escenico, sino el miedo a no poder hacer una devolución al público que con tantas ganas oye y vé lo que estás haciendo. Es maravilloso el primer aplauso. Es maravilloso el último.